LA TRINIDAD

SENDERISMO EN LA TRINIDAD

Entre los densos bosques de pino, dentro de un área natural protegida y en la zona más alta de la Huasteca Potosina se encuentra la hermosa comunidad náhuatl de “La Trinidad” , en el municipio de Xilitla, un lugar tan mágico, espectacular y virgen que un 1/3 de su territorio no ha sido explorado por nadie. Sus bosques de niebla cubiertos de musgo, piedra volcánica, orquídeas y bromelias son un tesoro biológico, este lugar es el remanente recuerdo de un violento pasado volcánico en la Huasteca y de una era perdida. En las noches si el cielo está despejado usted será capaz de observar la Vial Láctea, esto debido a que no existen pueblos alrededor en varios kilómetros. Un paradisiaco lugar montañoso imperdible para tus ojos. Recorre sus diversos lugares realizando senderismo con nosotros.

LUGARES EN LA TRINIDAD 1


Hoya de la Luz: Se trata de un gran sótano de roca calizas y piedra volcánica de 200 metros de profundidad y 233 metros de diámetro aproximadamente formado por la erosión del agua en una falla impermeable. Este lugar cuenta con vistas hermosas a la alta Sierra Huasteca.

Llano del Conejo: Dentro de las altas montañas llenas de abundantes bosques existen enormes planicies formadas por corrientes de agua (en algunos casos). El llano del conejo cuenta con enormes acantilados de roca volcánica fusionada con calizas y piedra fósil, y en estos es posible apreciar pequeñas cuevas donde brota agua.

LUGARES EN LA TRINIDAD 2


Piedra del Pilón: Hablar de este antiguo monolito es hablar de un antiguo pasado de violenta actividad volcánica en la Huasteca, La Piedra del Pilón es un antiguo cuello volcánico al que se le ha erosionado la piedra caliza de alrededor, es posible de ver desde la comunidad de La Trinidad y es posible escalarlo fácilmente con ayuda de la gente del lugar.


Cueva del Cándido: Se trata de una hermosa cueva de 40 metros de apertura en medio del bosque en la cual cae agua que se filtra en las paredes y en los techos de roca. En este recorrido es posible de vez en cuando ver pisadas del jaguar o del puma de montaña, incluso escuchar sus rugidos a la distancia.